¿Qué tengo que tener en cuenta en general a la hora de pintar pavimentos? y también ¿qué pasos seguir?.
Lo primero que hay que comprobar a la hora de pintar un pavimento es el uso habitual que va a tener la superficie, ya que en función del grado de desgaste necesitará un tipo de pintura u otro. Este punto y una buena preparación de la superficie son fundamentales. No tendrá la misma exigencia una pista de pádel que una zona donde existirá tráfico rodado pesado y/o vertidos de carácter agresivo, por lo que la elección del tipo de pintura no puede ser la misma.
Analizar la superficie a pintar: su estado y tipo de sustrato
Determinar si es un acabado con poro, sin poro, al helicóptero, solera superficial pulverulenta, desconchados, grietas por asentamiento de la pista, filtrados de humedades… Y también si se trata de una superficie de hormigón, cemento o aglomerados asfálticos.
Es por ello que deberemos buscar recubrimientos que cumplan los siguientes aspectos:
- Proporcionar la adherencia necesaria sobre el sustrato.
- Que no presente problemas entre el diluyente del recubrimiento y el material en sí en función de su composición: hormigón, cemento, aglomerados asfálticos, slurry…
Analizar el tipo de condiciones a que estará expuesto el pavimento, en función de su ubicación al exterior o interior.
También debe determinarse la presencia de humedad y/o filtraciones que pueden existir en el sustrato dado que éste es uno de los principales enemigos en el pintado de suelos.
Tratado previo de la superficie
Al iniciar el pintado, todas las superficies deben estar firmes, limpias, secas, porosas y sanas. Por ello, si existen grietas, fisuras, coqueras, etc., los soportes de hormigón deben repararse eliminando la lechada superficial del cemento. Recomendamos un acabado de las superficies fino, sin llegar al pulido.
Después del tratado previo de la superficie, limpiar exhaustivamente la superficie: eliminar pinturas viejas, grasas, etc. mediante métodos mecánicos (lijado/granallado) o químicos (decapantes/disolventes). Aspirar el polvo ocasionado.
Cuando el sustrato no sea poroso deberemos proporcionarle esa porosidad a través de granallado, lijado, u otro método adecuado, eliminando la suciedad existente y consiguiendo la limpieza y porosidad precisas para lograr buena adherencia.
Proceder al pintado
La elección del recubrimiento debe ser la adecuada, y tendrá que tener las siguientes características:
- Resistencia a la abrasión.
- Buena adherencia.
- Gran resistencia a la intemperie y colores estables a la luz.
- Buena resistencia a la alcalinidad del sustrato.
- Resistencia al agua.
- Resistencia mecánica al impacto.
- Adecuación a los sustratos típicos de esta superficie.
Además de cumplir estas características, los productos deben ser fácilmente aplicables. Para ello, recomendamos el producto Procosol Acrílica al agua y Senior. Ambas pinturas acrílicas están especialmente diseñadas para este tipo de suelos. Tras el tratado previo de la superficie se recomienda aplicar una primera capa diluida un 10-15% con agua, como imprimación, y posteriormente aplicación de las capas finales.
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